lunes, 2 de marzo de 2015

"Crecer es aprender a despedirse".

"Dejarte, dejarte ir con la esencia del viento, verte partir y fingir que no miro, disimulando mi adiós, tuve que fingir que no miraba. 

Barriendo las hojas secas que dejaste en mi jardín, quitando las manchas de carmín que dejaste en mi cama, tuve que borrarte de mis versos, y rasgar las palabras que se mezclaban con las lágrimas negras que dejaste".

-Rompo el papel, y otra vez caigo de rodillas sobre el suelo y rompo a llorar, doblo la carta por los pliegues marcados esos que tantas veces me he empeñado en abrir y cerrar, y ahí llega, el silencio, un silencio total, en el que sólo se oye como crujen las paredes por el azoramiento del viento.-

Esa maldita carta que nunca me atrevía darte, y ahora aquí me encuentro, postrada en el suelo, con el maquillaje corrido y el pintalabios roto, enfrente del viejo espejo en el que solías besarme cuando amanecíamos.

Tu ida ha sido un huracán que ha destruido todo aquello que construimos juntas. Me acuerdo de la ultima vez que te ví, me despedí con un sincero "te quiero", las dos sabíamos que era un adiós pero ninguna quisimos admitirlo, es que crecer es aprender a despedirse, y aveces da miedo, mucho miedo a crecer...