martes, 31 de marzo de 2015

Enamorada.

Le gente suele decirme que estoy loca, que vivo siempre enamorada, que siempre tengo fuerza para seguir hacia delante que se perfectamente como son las cosas y que aún así vivo disfrutando de los pequeños detalles que al fin y al cabo son lo que nos dan la vida, los que al final del camino, vaya, son los que más cuentan.

Y es que sí yo vivo eternamente enamorada, pero no de una persona, si no de la vida, de todo lo que nos trae de todas las sorpresas y retos que nos propone.

Estoy enamorada de la lluvia y del olor a tierra después de una tormenta, enamorada del sonido de una guitarra, enamorada de cada sonrisa que saco a una persona, enamorada del sol y de las estrellas.

 Enamorada de la humanidad que tenemos (aunque cada vez queda menos, la esperanza siempre perdura), enamorada de los abrazos, de las caricias, enamorada de la naturaleza, vivo enamorada de la vida, enamorada de mis amigos, de mi familia, de mi trabajo, por eso todo lo hago todo con pasión.

Enamorarse creo que no solo tiene que limitarse a enamorarse románticamente, si no a enamorarse de las cosas de la vida, enamorarse de uno mismo, creo sinceramente que necesitamos más amor en la vida, más felicidad y menos lágrimas.

Pararnos en todo este caos en el que estamos sometidos, y respirar, prueba a hacerlo y empieza a disfrutar de todo lo que tienes hoy, por que mañana puede que no lo tengas, y a veces duele más la pérdida que el no haber disfrutado de todo lo que eso te podía dar.

Ten un buen día y ah recuerda que:




Shamli Moreno, "La eterna enamorada".

miércoles, 18 de marzo de 2015

lunes, 2 de marzo de 2015

"Crecer es aprender a despedirse".

"Dejarte, dejarte ir con la esencia del viento, verte partir y fingir que no miro, disimulando mi adiós, tuve que fingir que no miraba. 

Barriendo las hojas secas que dejaste en mi jardín, quitando las manchas de carmín que dejaste en mi cama, tuve que borrarte de mis versos, y rasgar las palabras que se mezclaban con las lágrimas negras que dejaste".

-Rompo el papel, y otra vez caigo de rodillas sobre el suelo y rompo a llorar, doblo la carta por los pliegues marcados esos que tantas veces me he empeñado en abrir y cerrar, y ahí llega, el silencio, un silencio total, en el que sólo se oye como crujen las paredes por el azoramiento del viento.-

Esa maldita carta que nunca me atrevía darte, y ahora aquí me encuentro, postrada en el suelo, con el maquillaje corrido y el pintalabios roto, enfrente del viejo espejo en el que solías besarme cuando amanecíamos.

Tu ida ha sido un huracán que ha destruido todo aquello que construimos juntas. Me acuerdo de la ultima vez que te ví, me despedí con un sincero "te quiero", las dos sabíamos que era un adiós pero ninguna quisimos admitirlo, es que crecer es aprender a despedirse, y aveces da miedo, mucho miedo a crecer...